Viajar es ganar. Un compañero de viaje, un lugar nuevo, un sentimiento hasta entonces desconocido, una forma nueva de ver las cosas. Chile ha cambiado mi vida sin querer. Me ha regalado a un grupo de nuevos amigos que por alguna razón que desconozco me han escogido Tahina de oro. Me ha regalado una experiencia diferente al resto. Me ha regalado una forma nueva de hacer periodismo. Y sobretodo me ha hecho creer. Creer que puedo. Creer que tengo un futuro en esto.
Volver. Y como dice Santiago Tejedor, encontrarlo todo como si fuese la primera vez. Entrar a Sant Pere de Ribes, ver la plaza de los Patos a mi derecha, la rambla a la izquierda, la iglesia de fondo. Un paiusaje que he descubierto de nuevo muchas veces y con mucha felicidad. Menos ayer.
Perder. Ahora he conocido el valor de este verbo.