Qué hacer en Rascafría, en el Valle de Lozoya (Madrid)

De todas las escapadas cercanas a Madrid, todavía nos quedaba pendiente Rascafría. Este pueblecito es conocido en verano por sus piscinas naturales y en invierno por su cercanía con los puertos de esquí de Cotos y de Navacerrada.

Rascafría es un municipio que se encuentra en el Valle de Lozoya, al noroeste de la Comunidad de Madrid. Además de ser conocido por sus enclaves naturales cercanos, en Rascafría también se encuentra el Monasterio del Paular.

Ya lo sabéis, una servidora no es una experta montañera (y menos con nieve), así que cuando nos levantamos el sábado nos propusimos pasar un fin de semana MUY slow. Estos son nuestros 3 planes para un fin de semana de relax total en Rascafría.

1. Un paseo

Tras un mega-desayuno de hotel, salir a dar un paseo es casi una obligación para llegar a la comida sin remordimientos. Muy cerca de Rascafría se encuentra el Monasterio del Paular y se puede llegar caminando por un paseo asfaltado junto a la carretera. Son unos dos kilómetros.

Este lugar se fundó en 1390 para ser un monasterio cartujo, aunque desde 1954 es una abadía benedictina. Los monjes ocupan una parte del monasterio y se dedican al mantenimiento y la conservación del mismo.

Otro planazo es acercarse al Mirador de los Robledos. El desvío para subir al mirador se encuentra un poco más adelante del Monasterio y la ruta es sencillisima y muy corta. Desde arriba podremos observar todo el Valle de Lozoya. En un día de sol podríamos hacer toda la ruta desde Rascafría y sería más completa, pero nevando nos limitamos a subir hasta el mirador, caminar un poco más allá y volver a bajar. Como veis, no nos despeinamos mucho 🙂

Las vistas desde el mirador no tienen precio hasta en un día nublado.

2. Comer hasta quedarse a gusto

Y si
es en buena compañía, mejor. Sabíamos que los bloggers de Viajamos Juntos estaban por la zona, así que nos dejamos llevar por Kate y Denys,
que son unos expertos montañeros y nos llevaron al Bar Porfirio, un bar
de tapeo y cañas con raciones espectaculares y a buen precio.

Os
recomendamos, sin lugar a dudas, el rabo de toro y el chamorro a la
plancha. Todo eso, acompañado de una buena botella de vino le cura los
males a cualquiera.

3. Ver nevar desde el sofá del Hotel

Es algo que podrías hacer desde tu casa si vivieras en un sitio en el que nieva. Como llevamos dos años en Madrid y todavía no he visto nevar de verdad, aprovechamos la tarde en Rascafría para hacer el vago en la sala de estar de Los Espinares, un hotel rural familiar y en el que sentirse como en casa.

Y si te cansas de estar en el sofá, siempre puedes subir al jacuzzi, desde donde tienes vistas a la sierra, o a la sauna. En serio, el combo sauna+jacuzzi+nieve fuera no tiene precio. Solo nos faltó la botella de cava! 😀

Conocimos a Yolanda, su dueña, que nos contó que antes de hacer la reforma, ese edificio era un cobertizo para animales o trastos que había pertenecido a su abuelo. Junto a su marido decidieron  convertirlo en una preciosa casa rural hace ya 9 años. Además de tener habitaciones para muchos tipos de parejas y familias, tienen dos adaptadas para personas con problemas de mobilidad.

A nosotros nos gusta la opción de ir a la sierra a pasar el fin de semana y, como no tenemos coche y normalmente lo alquilamos, quedarnos a dormir un día por allí y aprovechar para conocer diferentes opciones de alojamiento. Así además no tenemos que levantarnos muy pronto para hacer excursiones y poder aparcar.

Como veis, no hace falta hacer demasiado para conseguir un fin de semana de relax de la ciudad. ¿Qué hacéis vosotros para desconectar los fines de semana?