No os voy a engañar: el proceso para generar menos residuos en casa no es fácil. Tampoco es algo que se consiga de la noche a la mañana. Y vivir sin generar residuos no puede ser el objetivo, si no el camino a seguir. Básicamente porque el residuo cero no existe.
En todos estos años he aprendido a ser consciente de la basura que genero y a no fustigarme si un día compro algo empaquetado en plástico. Para mi, este camino empezó en 2014, cuando Adrián y yo nos mudamos a Madrid. Me di cuenta de que sacaba la basura de los plásticos prácticamente a diario. Que generábamos una cantidad de basura exagerada. Hoy en día la sacamos una o dos veces al mes.
Así que quiero compartir contigo algunos de los recursos que me han permitido vivir con menos residuos, generar menos residuos en casa, en el día a día, no solo de viaje:
Cómo generar menos residuos en casa
1. Adiós a las botellas de plástico
Si vives en Madrid o en algún lugar de España privilegiado con un agua riquísima, entonces puedes saltarte este paso. Pero para los que vivimos cerca del mar o en lugares donde el agua tiene un sabor bastante desagradable o tiene mucha cal, el hecho de comprar botellas y garrafas de agua ha formado siempre parte de nuestra normalidad. Hasta ahora.
Yo he probado dos soluciones:
Binchotán
Es un filtro de carbón activo para el agua. Un palito negro que metes en el agua, reduce el cloro y el mal sabor. Lo mejor es que es totalmente orgánico, no trae envase y cuando terminas de utilizarlo (dura 3 meses) lo puedes depositar en la basura del compost. Supongo que lo peor es que el agua no se filtra automáticamente, tienes que esperar unas horas. Yo lo he comprado en dos tiendas: Sin Plástico y Rebellum Store.
Filtro de agua para el grifo de Tapp Water
Este filtro lo he estrenado hace relativamente poco y estoy encantada. Se enrosca en el grifo de la cocina y tiene una palanca que te permite cambiar entre agua filtrada y agua normal del grifo. El agua sale sin ningún sabor extraño filtrada al momento. Para mi, este sistema es mucho más práctico, aunque es cierto que el aparato en si es de plástico. El filtro se tiene que cambiar también cada 3 meses.
Si quieres comprarte este filtro y lo haces desde este enlace, a ti te darán 15€ y a mi otros 15€ 🙂
Tapp Water también tiene un filtro para la ducha. Nosotros también lo compramos, pero en este caso no lo venden en su web (no sé por qué), pero sí que lo distribuyen a través de Amazon.
2. Hacer la compra de forma responsable
¿Y qué quiere decir eso? Pues para mi implica varias cosas:
Comprar local
Intento que todo lo que compro sea de proximidad, cuanto más quilómetro cero mejor. Para eso hay que fijarse en la etiqueta de procedencia del producto. Esto quiere decir que hay frutas, como por ejemplo la piña que, aunque me encanta, intento consumir lo menos posible porque casi siempre viene de Costa Rica. ¿Y por qué hago esto? Porque ese producto ha tenido que cruzar el Atlántico para llegar a mis manos, con la consecuente huella de carbono que supone. No quiere decir que no coma piñas nunca, quiere decir que he reducido su consumo al mínimo.
Pequeño comercio
Otra de mis premisas es comprar principalmente en pequeños comercios y, a ser posible, directamente del productor. Evitar las grandes superficies también es una gran forma de generar menos residuos en casa. ¿Por qué? Pues básicamente porque si te fijas, en las grandes superficies casi todo está envasado.
Además, contribuir con el pequeño comercio hace que se beneficie tu vecino, y no un Amancio Ortega de los supermercados.
Yo personalmente utilizo las grandes superficies o supermercados para algunos productos concretos que no encuentro en negocios más pequeños.
Comprar a granel
Tengo la inmensa fortuna de tener una tienda a granel en el pueblo en el que vivo. En esta tienda compro arroz, cereales, legumbres, té, harinas, etc. Prácticamente de todo. Si compro algo en un supermercado, como por ejemplo unos yogures, intento comprarlos en envases grandes o en vidrio. En el mercado de fruta y verdura compro con mis propias bolsas y en la charcutería/carnicería, con tuppers.
Tengo que añadir aquí que, con las medidas de higiene instauradas a raíz del Coronavirus, el uso de tus propios envases ya no es posible en muchos establecimientos. En ese caso, intenta que el envoltorio sea mínimo y, a ser posible, de papel.
Yo he probado varias bolsas de tela para fruta y verdura. Mis favoritas son las de Bolseta BCN. Son muy resistentes y, al ser transparentes, no tienes problema en el supermercado porque ven el contenido. Estas solo las utilizo para frutas o verduras pequeñas. Para las más grandes, utilizo bolsas de tela normales.
¡Recuerda!
El hecho de que hayan incorporado bolsas ‘compostables’ o ‘biodegradables’ en los supermercados, no quiere decir que sean una alternativa real a las bolsas de plástico. El problema no solo está en el material, si no en el uso que hacemos de ese material. Si solo vas a utilizar una de esas bolsas una vez, estamos en las mismas. Además, tendríamos que preguntarnos: ¿compostable en cuanto tiempo? ¿en qué condiciones? ¿cuántos recursos han hecho falta para hacer esta bolsa biodegradable? ¿cuántos litros de agua? Lo mejor es invertir en unas bolsas reutilizables que te duren muchos años.
Pensar antes de comprar
Llevar una lista de lo que necesito es una de las mejores formas de generar menos residuos en casa: me evita comprar caprichos o productos que quizá ya tengo. Esto evita que pierda el foco, compre de más y probablemente genere basura de más. Y no solo eso, de esta forma, evito el desperdicio de comida, que es otro de los grandes problemas de este planeta y una de las causas del cambio climático.
En este sentido, en casa hemos empezado a guardar todas las pieles y restos de las verduras (que antes tirábamos directamente a la basura) para hacer caldo. Es una fantástica forma de darle una segunda vida a ese producto.
Producto feo
Si me sigues en Instagram sabrás que una de las cosas que hago para evitar el desperdicio alimentario es ir algunos días a primera hora a una frutería de confianza y les pregunto si tienen producto que vayan a tirar porque no está ‘bonito’ para vender. Muchas veces consigo comida que está perfecta para consumo a un precio irrisorio o directamente gratis. Es una forma de evitar que esa comida se vaya a la basura siendo apta para consumo y encima me ahorro unos euros.
3. Consumo de luz en casa
Otro de los grandes pasos que hemos dado este año para vivir de forma más acorde a nuestra filosofía es pasarnos a una compañía de luz y gas que utilice energías renovables. Después de mucho investigar decidimos probar HolaLuz y la verdad es que estamos contentos.
Los primeros meses notamos que pagábamos algo menos de luz y gas, pero ahora pagamos más o menos como antes, aunque con la tranquilidad de que, al menos, no estamos contribuyendo a financiar una de las empresas que más contribuye al cambio climático en España como puede ser Endesa o Iberdrola.
Nosotros también tenemos el gas contratado con ellos.
4. Reducir el consumo de producto animal
Durante los últimos años uno de los cambios que hemos aplicado en casa es reducir el consumo de producto animal. Es un proceso muy personal pero también muy necesario. De hecho, la ONU alertó hace unos meses de la directa relación entre el consumo de carne y el cambio climático.
Cambiar el hábito de comer producto animal a diario o incluir dinámicas como el ‘lunes sin carne’ es un pequeño gesto que puede contribuir de forma muy positiva. En ese sentido, mi recomendación es que empieces a seguir a cuentas de Instagram que comparten recetas veganas. Sin querer, seguro que te inspiran y empiezas a probarlas y, cuando te quieras dar cuenta, habrás descubierto un montón de platos deliciosos y que no incluyen producto de origen animal.
Mis favoritas ahora mismo son La Gloria Vegana, Recetas veganas y Mi dieta vegana. Pero Instagram está llenito.
5. Un baño sin residuos
Hace unos años leí un estudio que decía que el baño es el lugar en el que más plástico hay. Y lo cierto es que entre envases y micro plásticos de algunos cosméticos, compresas y tampones, cuchillas, jabones, acondicionadores, cremitas, etc. el baño está inundado.
Y lo cierto es que ir sustituyendo todos estos productos lleva tiempo, pero hoy en día no es tan complicado:
- En vez de compresas y tampones, la copa menstrual o compresas de tela. Yo utilizo las compresas de Ilen, una pequeña tienda en Asturias y me encantan. Con el código ‘lamaletadecarla’ tienes un 15% de descuento 🙂
- Sustituye los mil botes de champú, acondicionador y gel por productos sólidos. En este sentido, aunque parezca fácil, dar con un champú y acondicionador que te guste lleva tiempo. Requiere de tiempo y paciencia, prueba y error. En el momento de actualizar este artículo llevo un año probando los productos de GoEthics y estoy encantada con ellos. Son veganos y producidos en Madrid. Con mi código, LAMALETADECARLA, tienes un descuento fijo en su tienda 🙂
- En vez de una cuchilla de plástico, una de acero inoxidable de toda la vida. De esta forma, el único residuo que se genera es la hoja de afeitar.
- El desodorante, en crema: aunque hay mil opciones, el desodorante en crema es mi favorito. Yo consumo uno hecho en Escocia que me trae una amiga porque aquí ya no lo distribuyen, pero Adrián utiliza el de Naturalmente Mediterráneo y está encantado. En la tienda online de Esturirafi también tienen desodorante en crema, pero yo personalmente no lo he probado.
- Si utilizas cremas hidratantes o antiarrugas, serums, etc. intenta buscar marcas que utilicen ingredientes naturales y envases reciclables (vidrio, aluminio, etc.).
- La pasta de dientes, también natural: a veces cuesta encontrar una pasta de dientes que venga en envase que no sea de plástico. Yo he probado varias y todavía no me convence ninguna en exceso. Seguimos intentándolo 🙂
- El cepillo de dientes, de bambú: pero recuerda que las cerdas, a no ser que sean de origen animal, son sintéticas. Así que para compostar el cepillo de dientes tienes que separar las cerdas antes.
6. Los productos de limpieza
Piénsalo así: todo lo que tiras por el desagüe va a parar al mar. Así que los productos de limpieza, cuanto menos tóxicos mejor. Yo no soy una gran experta en productos de limpieza y, por suerte, en la misma tienda a granel en la que compro las lentejas, puedo comprar productos de limpieza naturales.
Por ejemplo nosotros utilizamos una mezcla de vinagre, agua y pieles de limón y naranja para limpiar cristales y otras superficies. Nos funciona genial y es 100% natural. Si este tema te interesa, a mi me gusta mucho el canal de Youtube de Victoria Moradell, que enseña a hacer productos naturales:
7. Compra y vende de segunda mano
¿Por qué comprar algo nuevo cuando quizá podrías encontrarlo de segunda mano en buenas condiciones y más barato? El mercado de segunda mano es una gran opción para generar menos residuos en casa. No solamente a la hora de comprar, si no también porque puedes deshacerte de cosas que tienes en casa y que no utilizas.
Desde hace unos años, siempre que necesitamos algo para casa, consultamos antes Wallapop o Vibbo, dos aplicaciones de venta de segunda mano. Y cuando tenemos algo que no utilizamos o que no hemos utilizado en una temporada, también lo ponemos a la venta. Mi última obsesión es Vinted y me he propuesto que todo lo que entre en mi armario a partir de ahora, provenga de Vinted.
Esta es la mejor manera de darle circularidad a un objeto o producto, es decir, que ese producto no acabe en la basura y se lo quede alguien que le va a dar uso hasta el fin de sus días.
Espero que toda esta información para generar menos residuos en casa te haya sido útil. Como ves, son diferentes pasos en diferentes ámbitos pero a nosotros nos han ayudado muchísimo a vivir de forma más acorde a nuestros valores y de forma más consciente.
No te preocupes si no puedes cumplir con todos. No te preocupes si un mes generas más basura que otro. Lo importante es que tengas claro por qué lo haces y que tu objetivo sea siempre mejorar. Si tienes alguna duda, no dudes en dejar un comentario por aquí o en mandarme un email 🙂
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4 Comentarios
Desde luego, es un proceso largo. Nosotros llevamos desde poco después de independizarnos intentando reducir. Cada vez que se nos acaba algo, buscamos una alternativa más sostenible. Empezamos pasándonos al champú solido y desde entonces no hemos parado 😂 Haciéndolo así poco a poco no supone tanto trastorno. ¡Te vuelves loco si intentas hacerlo todo a la vez! Lo importante es ir avanzando y no rendirse 💪💪
Totalmente de acuerdo, poco a poco, pasos lentos pero firmes! Es la forma de avanzar 🙂
Hola! Podrías decirme cómo se llama el desodorante en crema que te trae tu amiga para pedir que me lo traigan también y probarlo? Utilizaba uno en crema que me encantaba pero cuando aprendí a leer los ingredientes… bueno, daba miedito jaja. Ahora mismo estoy utilizando un en stick de sanex xq no me gustan los de bola y los d spray tb contaminan mucho, pero tampoco me convence 100×100. Un saludo y gracias!!!
Hola Paloma,
Es el de Blushberry botanicals que aparece en la foto. Si lo pruebas ya me contarás!
Un saludo!